Mundo ficciónIniciar sesión—¿Viste a tu hermano? —Lidia esperaba a David en el automóvil, mientras su hijo intentaba entrar a ver a Sebastián.
—Sí —contestó con una sonrisa—, está muy bien cuidado.
—Es muy amable la enfermera.
—Más que amable, diría yo.
—¿Qué sabes tú que yo no? Esa mirada y esa sonrisa tuya no me engañan.
—Digamos que tu hijo tiene una admiradora secreta.
—¿La enfermera? —se sorprendió la mujer.
—Así es, ¿no viste cómo le brillaron los ojos cuando el doctor Valencia nos dijo que la operación había salido bien?
—No, hijo, en ese momento no tenía cabeza para nada más que para saber de tu hermano.
—Lo sé, mamá, pero ya salió y como te digo, está muy bien cuidado.
—E







