Mundo ficciónIniciar sesión—Te traigo una buena noticia —Katia entró al cuarto de Sebastián con su ficha médica.
—Verte es una buena noticia para mí —contestó él, regocijado por verla.
—Sí, pero esta es una mejor —ella se acercó y le besó en los labios brevemente, antes de ir a los pies de la cama a dejar el documento—. Te podrás ir a casa en un par de días. Todo está saliendo de maravilla con la cirugía, así es que… vas a quedar libre para irte —se encogió de hombros con una falsa sonrisa.
—Ven —él estaba sentado en la cama y le hizo el gesto que se sentara a su lado—, por favor.
Ella acudió y se sentó, tenía la mirada triste.
—¿Qué pasa, hermosa?
—Nada —sonrió, pero su sonrisa no llegó a sus ojos.
—No me mientas —le tomó la mano y acarició sus dedos, le encantaba hacerlo, tenía unas manos finas y delicadas.
—Es que te irás…
—¿Y?
—Es que…
—¿Temes que me olvide de ti?
—Ya no te seré útil.
—¿Útil? —Preguntó sorpren







