Mundo ficciónIniciar sesiónSarah cerró los ojos aturdida, lo que decía su papá no era cierto, no podía serlo, Álvaro la amaba de verdad. No era una simple venganza… ¡no lo era…!
—¿Ya ves por qué te digo que debes alejarte de todos ellos? Sólo quieren lastimarnos.
—¿Lastimarnos?
—A ambos. Nicolás te quiere muerta, a Álvaro no le importas, Sebastián lo único que ha hecho es hacerte sufrir, para qué mencionar a Rubí o a Lidia, que te odian. ¿Para qué quieres volver?
—Pero es a mí a quien odian… —contestó con tristeza la joven.
—Si te odian a ti, es peor que si lo hicieran conmigo.
—Si Álvaro hubiera ido en su auto…
—Hice lo mismo que con el auto de Sebastián, no sé por qué chocó de inmediato, la idea era que Sebastián muriera en un gran choque, pero, de todos modos, tuvo su merecido. Y Álvaro se salvó… No debí decirle lo de su auto, debí dejarlo así, aunque no sabía que te vendrías conmigo y tú no puedes correr ningún riesgo.
—Los hubieras matado —musitó.







