Mundo ficciónIniciar sesiónSebastián se paseaba incómodo por su cuarto. Estaba borracho. Después de tomar unas copas en un bar, pensando en Sarah y en todo lo que había sucedido, fue a buscarla a su departamento, pero ella no estaba allí. Se había ido con Álvaro. Era una cualquiera. Primero su padre y ahora ese abogado. Sin contar las veces que se le insinuó a él mismo. Si él no se acostó con ella fue porque tenía muy claro que si lo hacía caería rendido a sus pies y sería lo que ella quisiera, como el resto de sus amantes. Eso era lo que buscaba. Hacer de él un muñeco para manejar a su antojo.







