Epílogo
— ¡Estos niños! —procedente de la cocina, venían Christopher y Nicolás de 4 años con Renato corriendo detrás de ellos
Arabella, estaba trabajando en su ordenador portátil mientras tenía a su lado el coche con su niña de dos años, quien ahora se llevaba un juguete a la boca y miraba a todos con curiosidad— ¿Qué sucede Renato?
—Mami, el abuelo Renato, está enojado—le respondió uno de los niños, realmente todavía no sabía cuál de los dos era Nicolás o Christopher
Habían establecido una forma de distinguirlos, Nicolás tenía mayor peso, y era el líder, Christopher era más delgado, pero detallarlos tardaba un poco y en este momento había prisa por resolver el problema.
— ¿Qué hicieron ahora niños?
—Nada mami
— ¡Esos niños, no pueden estar en la cocina! —Renato se sentó dándose aire con las manos en un sofá—me van a matar del susto, se montaron uno sobre el otro para alcanzar algo en el estante de la cocina y estaban muy cerca de la olla que la cocinera tenía montada, para colmo