7:42 p.m. – Restaurante Due Fuochi (Dos Fuegos), sala subterránea secreta…
La misma pizzería que meses atrás olía a mozzarella y risas adolescentes, ahora olía a guerra.
Giuseppe estaba de pie frente a una mesa ovalada. A su lado, Giorgio; y a los costados, los líderes de las familias aliadas. En la pantalla, las conexiones en videollamada desde Calabria: los Rossi, los Vitale, los Di Lorenzo y Paolino.
La tensión podía cortarse con cuchillos.
—El ataque de esta tarde confirma nuestras sospechas (L'attacco di questo pomeriggio conferma i nostri sospetti) —empezó Giuseppe—. Vittoria no quiere negociar. Quiere aniquilar (Vittoria non vuole negoziare. Vuole annientare).
— ¿Per la morte del fratello? (¿Por la muerte de su hermano?) —preguntó Vitale.
—Eso dice (È quello che dice lui) —respondió Giorgio—. Pero todos sabemos que Vittoria lleva tiempo intentando invadir el corredor de Queens (Ma sappiamo tutti che Vittoria sta cercando di invadere il corridoio del Queens da tempo).
— ¿Y quié