La carcajada de Nick resonó en toda la habitación, y Valeria se atrevía a decir que en toda la casa. Había entrado a decirle a su esposa que Andrew se ocuparía de cuidar a las gemelas esa noche para que ellos pudieran descansar, y se había encontrado a Kali bebiendo una copa de vino con Valeria… sin nada que le cubriera la cara.
La había mirado por tres segundos antes de romper a reír como un poseso. A Nick se le salían las lágrimas, y se doblaba sobre sí mismo intentando parar, pero no lo conseguía.
—Te juro que jamás he provocado esa reacción en nadie —dijo Kali y Valeria levantó una ceja divertida.
—No te preocupes. Sé exactamente lo que está pensando y de quién se está riendo —aseguró y le dieron tiempo a Nick para que pudiera calmarse un poco.
—Bueno… solo