—¿Dónde está mi amiga, desgraciado? — apenas e Itzam abrió la puerta, una avalancha llamada Ramona lo arrolló, exigiendo ver a su amiga.
— ¿Qué hace ella aquí?
— Gracias, amigo por salvarme el culo y traerme la cena — respondió con sarcasmo Noah — No pude detenerla, está preocupada por Milen — explico brevemente. Aunque en verdad Noah no podía negarle nada a Ramona.
Noah y Ramona pasaron toda la tarde juntos y hubiera sido del todo maravillosa si no fuera porque esta última se la paso todo el tiempo, angustiada por su amiga.
— ¿Dónde está? — preguntó de nuevo y con menos paciencia Ramona.
— Arriba — respondió de mala gana Itzam. Su prima no esperó ni mucho menos pidió permiso para adentrarse en aquella enorme casa e ir en busca de Milen.
— ¿Se han reconciliado?, ahí un aire aquí a sexo de reconciliación — señaló Noah con malicia.
— Algo así — respondió Itzam.
— ¿Algo así?, eso no es nada bueno.
— Aceptó quedarse conmigo.
— Le dijiste la verdad, ¿entonces? — supuso Noah.
— Algo así — N