En el extranjero…
A las afueras de la ciudad había una hermosa mansión que tenía un paisaje armonioso alrededor, lleno de arboledas y flores, con un pequeño lago artificial, estaba situado cerca de una colina.
Un hombre de mediana edad observaba alrededor del lugar, la puerta se escuchó y un joven de lentes entró. “Señor, tengo noticias de la familia Tejada”.
El hombre se giró, era alto y de tez clara, tenía algo de canas en su cabello negro, pero no le quitaba el aura que tenía de hombre fuerte, era de complexión media y sus ojos eran cafés claros. “Dime”. El pronunció con su voz fuerte.
El joven le empezó a explicar. “Gregorio Tejada perdió la empresa y todas las propiedades en el juego… Hay nuevos dueños y nuevos accionistas”.
El hombre mayor extrañado preguntó. “¿Tan rápido? ¿Por qué no te enteraste antes? Pudimos haber comprado todo”.
El joven se disculpó. “Lo siento señor. Las acciones se vendieron a muy bajo costo y fue un trato por debajo del agua, todo estaba calculado