C44-ENTREGA ABSOLUTA.
C44-ENTREGA ABSOLUTA.
El colchón cedió bajo el peso de Gideon cuando se sentó al borde de la cama. Su cuerpo era un mapa de tensión y poder; cada músculo de su torso y abdomen estaba rígido, y la piel, cálida y tensa, ardía bajo las yemas de los dedos de Elizabeth. Ella estaba sobre él, suspendida, aferrándose a sus hombros como si fueran lo único sólido en un mundo que giraba demasiado rápido.
Sus brazos, fuertes como cables de acero, la envolvieron, eliminando cualquier posibilidad de espacio o escape. Una de sus grandes manos se cerró en su nuca y la otra se aferró a la curva de su nalga, apretando con una intensidad que era a la vez posesión y promesa, moldeándola contra él para dictar cada ángulo, cada roce.
Él no se recostó.
Permaneció erguido, como un dios en su altar, con sus ojos oscuros y despiadadamente lúcidos fijos en los de ella.
—Así —su voz era un rumor áspero y profundo que le cortó la respiración al rozar su oído—. Así es como te quiero. Toda mía...
Sus caderas s