C130- LOBA PELIGROSA.
C130- LOBA PELIGROSA.
Gideon se detuvo frente a la mansión, y el olor a sangre lo golpeó como una pared. Su pecho se contrajo, y su respiración se volvió errática; cada fibra de su cuerpo gritaba el mismo nombre.
—Elizabeth… —susurró, antes de echar a correr.
Cuando llegó, las puertas estaban destrozadas, el suelo cubierto de restos, sangre y pedazos de madera; las paredes estaban manchadas, y el silencio era tan denso que dolía. Miró alrededor y no los encontró, y eso lo puso en descontrol.
—¡Elizabeth! ¡Melinda! —su voz se quebró entre la desesperación y el miedo.
Y entonces la vio.
De pie junto a la chimenea, ella lo observaba. Tenía el cuerpo cubierto de heridas, el cabello enmarañado y empapado de sangre, pero en sus brazos sostenía a uno de los gemelos, envuelto en una manta. A su lado, Silas cargaba al otro, y Melinda estaba sentada en el suelo, temblando, con la sirvienta abrazándola.
Gideon se quedó sin aire, dio unos pasos antes de que sus rodillas cedieran y cayera, sin pod