C134-TODO LOBO MERECE UN FINAL FELIZ.
C134-TODO LOBO MERECE UN FINAL FELIZ.
El claro sagrado estaba lleno y las dos manadas se habían reunido. La luna llena colgaba sobre ellos, enorme, como si quisiera presenciarlo todo de cerca, mientras pétalos flotaban en el aire, y las luces danzantes que rodeaban el altar parecían respirar junto a los presentes.
Elizabeth sostenía a uno de los bebés y Gideon al otro. Los dos caminaban hacia el centro del claro, donde los ancianos esperaban.
Nadie hablaba. Solo se escuchaban los pasos sobre la tierra.
Los ancianos se colocaron frente a ellos y uno de ellos, con voz solemne, dijo: —Hoy se unen dos linajes, no por poder, no por tradición. Sino por elección y amor.
Elizabeth sonrió y extendió su brazo, y Gideon hizo lo mismo. Les marcaron las muñecas con sangre, un símbolo de alianza eterna, y luego los bebés fueron presentados y los ancianos los tocaron con respeto.
—Herederos de ambos mundos —dijo uno—. Que crezcan libres, que crezcan fuertes.
Gideon tomó la mano de Elizabeth y la mir