C13-¿QUIÉN ERES, ELIZABETH FANG?
Gideon, solo en su biblioteca y rodeado de libros antiguos, se llevó a los labios un vaso de hidromiel, pero ni siquiera podía disfrutar de la bebida. En su mente, solo estaba Elizabeth; no dejaba de pensar en ella. A cada momento o instante del día, recordaba la calidez de su cuerpo, el sonido de sus gemidos, su piel suave bajo sus manos. No podía sacarla de su cabeza, no podía dejar de pensar en cómo había respondido su cuerpo la primera vez que la tuvo cerca, ni la forma en que su lobo se había vuelto completamente obsesionado con ella.
Hace un momento, no pudo permitirse defenderla, al menos no de forma pública. La situación con ella era difícil, pero ya lo habían acordado. Una vez que se confirmara su embarazo, la noticia sería presentada ante el consejo y Narissa, como luna, podría elegir dónde nacería su cachorro, así que se iría al territorio de su padre y Elizabeth con ella. Por eso no podía hacer nada que alterara esa dinámica. No podía perm