C14- PASA, TE ESTABA ESPERANDO.

Elizabeth caminaba por los pasillos con el corazón a mil; Melinda ya se había dormido, ajena a lo que sucedía fuera de la habitación. Ella, en cambio, se había escabullido de la cama con cuidado, como si temiera despertar a alguien, aunque bien sabía que era solo su propio miedo lo que la hacía actuar así.

Porque hoy sería su segunda noche.

Y a pesar de todo lo que sabía, de que era solo un contrato, no podía evitar querer verlo, sentirlo, ser besada por él otra vez. Había algo en su presencia, en su cercanía, que la atraía como un imán, aun cuando ya había probado su indiferencia, una que dolió, pero aún más doloroso era reconocer que no podía esperar nada diferente.

Él solo estaba cumpliendo con su parte, como ella debía hacer la suya. Así que se había prometido no hacerse ideas equivocadas, ni tampoco dejarse llevar por lo que sentía.

Cuando llegó frente a la puerta, tomó aire, cerró los ojos un segundo y estaba a punto de tocar cuando la puerta se a