Samuel se tensó al escuchar las palabras de la subdirectora. Miró a su alrededor, tratando de procesar lo que acababa de escuchar.
—¿Jennifer? —Preguntó, intentando ocultar su sorpresa.
La subdirectora asintió con firmeza.
—Sí, Samuel. Por favor, acompáñame a mi oficina.
Samuel siguió a la subdirectora por los pasillos de la escuela, sintiendo una creciente sensación de inquietud. Llegaron a la oficina y, al entrar, vio a Jennifer sentada en una silla, con una expresión de impaciencia. Al ver a Samuel, esbozó una sonrisa que no llegó a sus ojos.
—Samuel, querido, qué bueno verte. —Dijo Jennifer con una voz aparentemente amable.
Samuel no pudo evitar sentirse incómodo. Desde que recordaba, su relación con Jennifer había sido tensa y distante.
—¿Qué haces aquí, Jennifer? —Preguntó Samuel, tratando de mantener la calma.
Jennifer se levantó y se acercó a él, colocando una mano en su hombro de manera posesiva.
—Solo quería verte y hablar contigo. Han pasado tantas cosas desde que... bueno,