158. LA HORA DE LAS BRUJAS
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Sé lo que sientes, es como si una energía fría y poderosa, rebuscara por todas tus arterias y tus órganos, tu cuerpo entero, buscando el gen defectuoso, para luego destruirlo en un instante de agonía, pero a la vez, liberador.
— ¡Aaaagggr Aaahhhhh! – gruñidos animales comenzaron a convertirse en gritos roncos de voces humanas.
El pelaje caía al suelo, las garras querían arrancarse las pieles de bestias, los caninos volvían a ser humanos mientras rugían al cielo y el cuerpo entero cambiaba y se transformaba a su forma original.
— ¡SAÚL! – el primer grito se escuchó de una mujer que sin miedo al peligro, corrió hacia uno de los cuerpos que había arrojados ahora en la hierba, débil y vulnerable, temblando por el esfuerzo.
La señora se arrodilló abrazándolo, llamándolo hijo y que pensaba que había muerto hace mucho tiempo.
Así, increíblemente, algunos de esos hombres encontraron aquí a sus familiares.
Se levantaban aturdidos y perdidos, sin poderse creer que pudieron lograrlo al fina