Narrado por Miguel.
¡Joder! ¡Joder! ¡Joder!
Lo había vuelto a estropear todo con ella, por no poder mantener la polla dentro de los pantalones, por querer olvidarme de mis putos problemas por una noche. Lo supe en cuanto ella pronunció esas palabras, que no podía aferrarme a lo que sentía, no sin hacerle daño. Así que renunciaría a nuestra amistad, a nuestra cercanía, sin con ello podía protegerla de mí mismo.