Estaba ella ahí, viendo cómo Logan le pedía con la mirada clavada en sus labios poder acercarse hasta ellos.
Ella deseaba lo mismo, odiaba admitirlo, pero lo necesitaba.
Logan movió su dedo sobre el labio inferior de Mónic, lo jaló ligeramente, haciendo que abriera un poco la boca.
Fue ahí que la miró nuevamente a los ojos. Ella estaba atenta a cada movimiento que él hacía.
—¿Puedo? —susurró apenas audible para la chica.
Estaba decidido a hacerlo, aun sin su permiso, pero no quería someterla a más estrés. Estaba seguro de que se molestaría.
Además, ya sabía lo que había pasado con el cabrón de Caleb, y no quería ser otra víctima del rechazo de Mónic.
Para su buena fortuna, solo obtuvo un pequeño asentimiento, y fue todo lo que necesitó. Se acercó despacio tomándola con ambas manos de las mejillas para acercarse, hasta que sus labios conectaron.
El movimiento que había hecho con el dedo sobre su boca le había dado el suficiente acceso para que su lengua entrara y explorara la boca de l