Mónic arrastró a su Nana tras ella para que Tessa no siguiera molestándola.
—¡Me tienen realmente harta! —gruñó Mónic furiosa mientras subía las escaleras.
—Mi niña, es parte de mi trabajo, no la culpes de todo. Lo olvidé —contestó.
—Tú no tienes ningún deber con ellos, ni tú, ni nadie más. Ya lo dije, que se conformen con que los mantengo, pero que no se les haga costumbre —seguía al borde de la histeria.
Normalmente era muy pacífica; no se enojaba con facilidad, solo con Logan, pero eso era diferente.
Tessa sacaba lo peor de ella, aún más que su tío.
Por lo menos, Adler la desafiaba directamente a ella, no se metía con nadie más.
Mientras que Tessa era demasiado altanera, superficial y, sobre todo, grosera. Siempre la evitaba en lo posible, y a Mónic le había parecido perfecta la idea.
De sus parientes, era a la que menos soportaba. Silenciosa, pero cuando hablaba, lo hacía con demasiado veneno.
Por el resto del día, ya no dejó salir a su Nana de la habitación. Hacía demasiado tiemp