Al llegar a casa, Anya miró el reloj y se percató de que eran las 3:00 pm, tomó un baño rápidamente y luego de eso, alguien más tocó la puerta del apartamento y para su sorpresa, era un estilista que había enviado Patricia para ayudarle con los detalles de peinado y maquillaje.
El hombre estaba apurado, pues tenían menos de dos horas para tener todo listo. Lo bueno de aquello, es que Anya era una chica que no sabía cómo maquillarse, por lo que ella aceptaba todo lo que él le decía y proponía.
Luego de una rápida sesión de peinado y maquillaje, Anya abrió aquella elegante caja color negro con moño blanco y vio el resplandor de aquel bellísimo vestido dorado.
Se sentía como una princesa en cuento de hadas, pues, jamás había experimentado aquello. Tomó el vestido en manos y no dudó en abrazarlo.
Al llegar las 5:50 pm, tal como el reloj lo marcaba, Anya estaba completamente lista y maquillada, lucía un bello vestido pomposo con un corset sin tirantes. Su cuello desnudo era atractivo a la v