Liliana se quedó un momento callada, mientras sus lágrimas rodaban por sus delicadas mejillas, Theo la miraba y no podía imaginar el shock que debía estar viviendo al pensar en todo lo que había pasado y ahora toparse con esa dura verdad.
- ¿Co… ¿Cómo pudo? ¿Todo fue por… por dinero? ¿Acaso no es mi padre? ¿Acaso no soy de su sangre? -decía cada vez que recordaba los desplantes, los rechazos, las veces que había sido señalada y excluida.
- ¿Por qué lo hizo? ¿Acaso simplemente no pudo criarme con el mismo amor que a mis hermanos? Yo le hubiera dado el dinero sin pensarlo. -pensó Liliana en voz alta.
Robert miró a la chica, se levantó de su asiento, la abrazó y dijo:
- Como seres humanos, somos orgullosos y tendemos a no pensar bien las cosas, dicen que somos racionales, pero cuando le pones a alguien el motivador correcto, puedes corromper a cualquiera. Lamento mucho que nosotros, seamos quienes tenemos que sacar a la luz esta parte de tu vida.
- ¡Él nunca miró el sufrimiento que