Luego de un largo día, aquella pequeña familia, regresó a la mansión Howard. Liliana estaba completamente dormida en el asiento trasero de la camioneta de Theodore, por lo que el hombre conducía aún con más precaución.
Tras poco más de dos horas de camino, la mansión Howard se hizo visible, Liliana poco a poco fue despertando, Theodore y Robert platicaban de algo que ella no entendía muy bien, pero escuchaba palabras sobre mudarse al centro de Nueva York.
- ¡Lili! ¡Qué bueno que has despertado! -dijo Robert al ver los ojos abiertos de Liliana.
- Pe… Perdón, no quería quedarme dormida, pero terminé exhausta. Jamás creí que la presentación fuese a ser tan agotadora.
- ¡Tranquila! Es obvio que solo necesitas practicar un poco más. Ahora que entres a la escuela, eso será parte de tu día a día. -dijo Theo con mucha calma.
- Sí, aún no sé cómo agradecerte… ¡De verdad, muchas gracias por esto! Voy a buscar la manera de pagarte…
Theo sonrió sin quitar la vista del camino.
- Si realmente quiere