Frida se quedó helada al ver la reacción de Liliana. Ella esperaba que la joven se dejara golpear, insultar y pisotear como normalmente solía suceder; sin embargo, esta vez, Liliana la tenía agarrada del cabello e intentaba zafarse de su agarre.
- ¡LILIANA! ¡SUÉLTAME! ¡SUÉLTAME ESTÚPIDA! ¡TE JURO QUE ESTO LO VA A SABER, GABRIEL, ¡Y NO LE VA A AGRADAR NADA!
- Tú fuiste la que me provocó, ahora suéltame y déjame ir… -dijo Liliana en respuesta a lo que decía Frida.
- ¡Mira nada más! ¡Te han salido agallas! Pero sigues siendo la misma tarada que dejó su madre por alcohólica… -dijo Frida burlonamente.
Acto seguido, Liliana se logró zafar de la mano de Frida y la abofeteó con todas las fuerzas que por años no había tenido.
- Te dije que dejes de molestarme, yo no te he hecho nada y, sin embargo, llevo años sufriendo por tu culpa, ¿Qué más quieres? Eres bonita, eres famosa, todo el mundo te quiere, Gabriel se casó contigo, ¿Qué más quieres?
- ¡Maldita idiota! ¡Te quiero fuera de la vida