- Dayana, con lo que eres basta y sobra… Así que te diré qué haremos… -dijo Heinrich sin apartar la vista del camino.
- En primer lugar, ahora volaremos a California, ¿A dónde está tu hijo?
- Los Ángeles…
- Bien, viajaremos ahí, tú estarás con él los días que consideres necesarios, tomarás la decisión que creas correcta, luego de ello… Bueno, pues, supongo que haremos que la Dayana del pasado vuelva a su vida normal.
- ¿Cómo harás aquello? -pregunto Dayana intrigada ante esas breves palabras.
- Bueno, tengo que admitir que no te va a gustar… -dijo Heinrich con seriedad.
- ¿Cómo?
- Quiero que entres a estudiar la universidad…
- ¿Estás hablando en serio? -preguntó Dayana sorprendida.
- ¡Sí! Muy en serio, tú dices que solo tienes preparatoria, ¿No? Entonces entrarás a la universidad, estudiarás la carrera que elijas, pero… No será en México.
- ¿Qué? ¿Cómo? ¡No! ¿Qué estás pensando? -dijo Dayana sintiendo un enorme pánico.
- Te irás conmigo a Londres… -dijo Heinrich estacionando el auto e