Heinrich caminó hacia el elevador con Dayana en brazos, luego, en su suite, su asistente salió al escucharlo entrar, llevándose una tremenda sorpresa al ver a la mujer que llevaba cargando.
Aunque su lado curioso le pedía a gritos preguntar por la identidad de la fémina que iba en sus brazos, solo se limitó a ayudarlo con el bolso de la joven mujer.
Tras colocar el delicado cuerpo de aquella mujer en la cama, el hombre le retiró sus zapatos y la cubrió con una manta, luego, salió de ahí procurando no hacer ruido.
- ¡Señor Meisel! ¿Todo bien?
- ¡Sí, todo bien! ¿Se comunicó el zángano de mi hermano?
- Sí y no son buenas noticias, al parecer la modelo nunca llegó a la reunión, incluso me ha pedido que prepare una demanda contra ella, pues este tema no es algo que estuviera previsto. Su agente había quedado muy formal, pero ella simplemente canceló de última hora.
- Hmm… ¿Dónde está Hans?
- En la otra suite…
- Bien, creo que nuestra visita dormirá ahora aquí, iré a dormir a la habitación d