Lo único que deseo es que vuelvas a mí p3.
Por Val Soré
Ahora, heme aquí a las seis en punto, como una quinceañera esperando por idiota de mi jefe, enfundada en un vestido rojo que no deja nada a la imaginación, pero había algo que no me cuadraba ¿Cómo conocía mi talla? Incluso la de mis zapatos, este tipo era demasiado raro.
Y como si hubiese llamado al diablo, el timbre de mi departamento suena, camino como puedo con estos tacones de mierda y abro la puerta con el ceño fruncido, cosa que me dura menos de lo que esperaba al ver a ese hombre enfundado en un traje negro a la medida, con un moño y un pañuelo a juego con el color de mi vestido.
—Te ves hermosa— me dice y yo aún estoy en shock al verlo frente a mí.
—Gracias — bruta, podrías haber dicho otra cosa ¿no?
—¿Nos vamos?
—Sí — ahora si que me mato, me dejó hablando en monosilabos.
—Deja de mirarme y ve a buscar tu bolso.
—Tienes razón — ay, por fin doa palabras salieron de tu boquita.
Me di la vuelta y salí disparada hasta mi sal