La culpa la golpeo tan pronto doblo la esquina.
Sabía que si los papeles estuvieran invertidos, Renzo no habría dudado ni un segundo en abandonarla, pero ahí estaba ella, regresando sobre sus pasos para intentar arrastrarlo con ella, si salían vivos de eso, seguramente el bastardo no se lo agradecería.
No había llegado demasiado lejos cuando la voz en su cabeza le dijo que no podía dejarlo, no porque el mereciera ser rescatado, si no porque ella no era ese tipo de persona, ella era fiel a sus principios.
La razón por la que su maldita vida siempre terminaba arruinada.
Era demasiado buena, en un mundo donde un criminal la secuestraba por segunda vez y la arrastraba a una reunión para molestar a su hermano, después de abandonarla en medio de esa cacería ella era tan tonta para volver por él y arrastrar su trasero fuera del edificio.
“Nunca aprendes” Pensó con rabia.
Quizás si se merecía todo lo malo que le pasaba.
Cosas malas siempre le pasan a la gente buena y los malos como Kenneth, C