Paulina W
Kate Langley no derramó una sola lágrima cuando Grayson Maxwell desapareció después de su noche de bodas. Tampoco lo hizo siete años después, cuando él regresó, pidiéndole que llevara el caso de divorcio... de su amante.
Lejos de quebrarse, deslizó otro documento sobre la mesa y disparó:
—Firma aquí. Tu felicidad con ella me importa un carajo.
Pero Grayson no era el tipo de hombre que aceptaba órdenes sin más, y su respuesta fue tan inesperada como cruel:
—Lo haré... solo si pasas una noche conmigo.
Kate lo odió por esa propuesta, y se odió aún más por aceptarla. Lo que no imaginaba era que, tras esa noche, Grayson no desaparecería de nuevo. Al contrario, empezó a invadir cada rincón de su vida, como si el tiempo no hubiera pasado, como si todo entre ellos nunca hubiera terminado.
—¡Estamos divorciados, maldita sea! ¿Qué más quieres de mí? —gritó, atrapada entre la pared y sus brazos.
Grayson sonrió, acercándose hasta rozar sus labios.
—Quiero recuperar todo lo que es mío… Empezando por ti, Kate.
Pero cuando su hijo enferma, Kate se encuentra entre la espada y la pared, dónde la única salida es el hombre que había jurado mantener lejos de su corazón.
Obligada a pedir su ayuda, tendrá que revelar el secreto que había guardado todos esos años: la verdadera razón por la que él nunca debió regresar.
Y cuando está a punto de alcanzar la felicidad, su mundo se desmorona cuando descubre que todo lo que ha creído hasta ahora, no es más que una mentira.