¿Podría un amor verdadero terminar así nada más? ¿Será fácil olvidar al primer amor? ¿Podrá funcionar esta vez? Todas esas preguntas se hace Celis Reusel constantemente cada vez que los recuerdos de Henry Kohlheim le evaden la mente. Sin embargo todas esas preguntas y dudas resurgen con más intensidad cada vez que está presente esa nueva ilusión que poco a poco le evade el corazón, esa nueva ilusión que de pronto apareció a sanar su alma. ¿Podrá Henry Kohlheim llegar a tiempo?
Leer másMiro con intriga a Marck. Después veo como él saca unas fotos y las tira sobre el escritorio, tomo esas fotos y es mi padre el cual está atado.Tomo esas fotos y se las arrojo a Marck en la cara.—¿Qué rayos te pasa idiota? —lo empujo.—¿Qué me pasa? Dame el celular y después de dármelo nos casamos y más te vale que no hayas hecho algo estúpido porque si es así tu padre lo paga ¿Entiendes? —me dice con coraje.—Marck suelta a mi padre—digo con temor.—Las cosas son como yo diga no como tú lo quieras, primero me das el celular, asistes a la boda civil y después te entrego a tu padre, ah y pobre de ti que digas que yo lo tengo, vas a
Miro a Henry y creo no controlar mis nervios, trago saliva para luego morder un poco mis labios.—Celis no te cases por favor—me mira con sus ojos humedecidos.—Henry lo tengo que hacer —por un momento siento que me tiembla la voz así que enseguida la aclaro.—Celis, de verdad no puedo asimilar que te haya perdido de esta manera, por favor mi amor recapacita yo te amo, te amo como no tienes idea —parpadea un par de veces para luego apretar un poco sus ojos con sus dedos.—Henry—digo sorprendida mientras tomo sus manos.—¿Qué? ¿Qué me vas a decir? Que me aparte que no quieres nada conmigo, como te lo dije una vez ¿Cómo le explico a mi corazón que te deje de amar? Si estás clavada en mí—dice frustrado.&md
Capítulo 40Me quedo parada observando la actitud de Henry la cual es tan normal, yo misma hice esto hace algunos años. Suspiro y después trago saliva, sonrío vagamente y después tomo mi bolso.—Solo ten cuidado ¿Quieres? —doy unos pasos hacia él, aprieto un poco sus hombros y me paso de largo.Camino hacia afuera, y cuando salgo veo ese enorme jardín, a lo lejos se ve una persona, la cual está regando y limpiando ese campo de flores.Bajo los escalones y sigo mi camino hasta ponerme frente a ese campo, respiro el aire puro que viene de ahí para luego apretar mis ojos y dejar caer esas
Me pregunto una y otra vez ¿Qué tan malo es que mi padre haya hecho negocios con Marck.Camino hacia el ventanal de mi oficina, este lugar me ayuda a pensar.—Hija, me voy, por favor múdate a la oficina de tu padre —dice mi madre mientras aprieta mi hombro derecho.—Sí mamá—termino de decir para darme la vuelta y sonreírle.—Te quiero nena, nos vemos más tarde en la casa—dice mi madre para luego salir de mi oficina.Tres días más tardeSon las dos de la tarde, han pasado varios días recién he terminado de mudarme a esta oficina.No quisiera hacer esto pero debo hacerlo por el mismo bien de mi padre.Estoy a
***Narra Celis****Me encuentro en el pasillo de ese salón, después de esa absurda conferencia me encuentro aquí parada tratando de contener mi llanto, mi mano está en mi pecho últimamente me falta la respiración, debe ser ansiedad.—Mi amor ¿Qué fue eso? —menciona Marck hipócritamente mientras me abraza por los hombros.Lo veo de reojo y solo me suelto discretamente de su agarre.—Deja de llamarme así, eres un hipócrita —le digo mientras lo veo con enfado.—Celis recuerda que debemos aparentar —dice para luego meter las manos en sus bolsillos.—Cumple tu palabra y vamos al hospital, espero y ya le hayas hablado a mi padre—digo mientras lo veo fijamente.—Claro qu
Después de unos minutos llegamos a mi casa, nada cómoda bajo del coche, entro a la casa y justo en la entrada veo a mi padre saliendo. Él me hace una cara de molestia y solo se pasa de largo sin saludarme, aunque es muy incómoda esta situación decido pasarme también de largo, entro a la casa y justo en el sillón está sentado el descarado de Marck, él está con un cigarro en la mano y las piernas cruzadas. En cuanto me mira me hace una seña de que vaya con él, solo tuerzo los ojos y me paso de largo hacia mi recamara, en cuanto entro veo a una señora junto con una chica. —Señorita, que bueno que llego—menciona la señora mientras deja un vestido color rosa palo en la cama. Mi rostro no refleja ninguna emoción, creo que hasta pálida estoy, de eso me di cuenta recién en cuanto me vi en el espejo, sigo haciéndolo y veo mi rostro el cual solo refleja tris
Último capítulo