Por tu sonrisaES

El dolor que se siente ante el desamor puede durar algunos días o toda la vida.La traición de esa persona que se ama sin condiciones y se le entrega todo lo que se posee, puede ser el detonante para ver la vida de una forma diferente.Puedes cerrarte a nuevas posibilidades de ser feliz o ser selectivo a la hora de entregar tu corazón otra vez.De todo el sufrimiento que podemos sentir en estas situaciones, siempre la mejor opción es seguir buscando, eligiendo mejor a quién queremos a nuestro lado, porque no sólo un romance puede salir mal, una amistad también puede morir…  Lo importante es no perder la esperanza de encontrar a alguien con quien compartir las alegrías, los logros y las penas. Aunque, recuerda, la

Gloria llegó temprano al que sería su primero trabajo. Se había levantado a las 6 de la mañana, la emoción no la dejó dormir ni un poco más.Eran las 8:15, entró y vio a la pelirroja con su enorme sonrisa. Se acercó a ella, para preguntar si subía directo o no.-Hola, Gloria. Felicidades por tu nuevo empleo.-En realidad, es el primero – respondió con timidez -.-Vaya, entonces debiste deslumbrar a la señora Nelly, y eso es casi imposible. Ha tenido cuatro asistentes en los últimos seis meses.-No…-Pero tienes otra vibra, sé que te irá bien. Un consejo, de vez en cuando ofrécele unos bombones de chocolate o ir a comprar por ella. Sobre todo, cuando hace frío. En el tercer piso hay una ti

Gloria llega temprano nuevamente, está feliz porque terminó antes de lo que se esperaba y ha podido darle en la cara a su jefe.Saluda a Alma y se queda con ella un poco más, hoy no hay tanta prisa.-Veo que estás contenta.-Si, ayer pude terminar mi primera tarea asignada y le tapé la boca a alguien.-Espero que a tu jefe. Ese señor no mira a nadie, se cree muy superior a todos.-Hablando de él, allí viene. Nos vemos.-Que tengas un buen día.Gloria, haciendo como que no lo ha visto, se va a esperar el ascensor. Javier, sin mucho agrado, se para al lado de ella y hace lo mismo.-Buenos días, jefe. Le deseo un día exitoso – le dijo Gloria con efusividad, mirándolo a la cara y lueg