La Llegada de Gloria el lunes no pasó desapercibida. Llegó a la hora que solía llegar antes de su mudanza y hasta el guardia que se apostaba cerca de la puerta había corrido para abrirla.
Lucía un traje entero, de color negro, un blazer gris oscuro y su cabello suelto. Se veía joven, elegante, pero con más experiencia.
Saludó a Alma y ésta la felicitó, porque se veía preciosa. Sonrojada, se fue a esp