Camelia.—Muy bien, eso es todo. Si no tienen más preguntas, pueden retirarse —dijo la doctora López con una cordial sonrisa.Tomé el informe médico y las vitaminas recetadas.—Sí tengo una… ¿es seguro tener relaciones sexuales en mi estado?Adrien se atragantó de inmediato. Tosió como si mi pregunta se le hubiera colado por la garganta y atravesado la laringe hacia su árbol bronquial. Le palmeé la espalda mientras él, rojo como un tomate, se cubría la cara con las manos. La doctora nos observaba divertida. Yo también me sonrojé por su culpa, la situación se volvió más vergonzosa de lo que preví.—Bueno, Camelia —respondió la doctora con serenidad, como si fuese lo más común del mundo—, has pasado por mucho y tu embarazo fue riesgoso. Aunque has mejorado notablemente, debes tomarlo con mucha calma.—Les recomiendo esperar, ya falta poco para que llegue el bebé y es mejor no tomar riesgos.Sabía lo que venía a continuación: No saltar, nada de levantar peso, ni andar en vehículos brusco
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