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Regálame tu corazón
Regálame tu corazón
Por: PH.MUÑOZ
Nada es lo que uno quiere...

¿Qué pasa cuando metes la pata hasta lo más profundo en vísperas de navidad? O peor aún ¿Qué pasa cuando tu papá se entera de lo que has hecho?

Esta es la historia de Hannah Cicarelli Sinclair, nuestra pequeña Sherlock, que ahora ya es toda una mujer y a sus dieciocho años ha decidido ser oficial de policía. Lo que no sabía era que por una locura de su superior jerárquico estaría metida en un tremendo problema que llegaría a escalar hasta la seguridad nacional de su país.

Por otro lado está el culpable de todos los dolores de cabeza de Hannah. El capitán Benedict Henderson, un hombre de buen corazón que ama a su familia, aunque esta haya quedado rota por la pérdida de su hermano mayor hace cinco años.

Un acuerdo que los beneficia a ambos o eso es lo que creen …

Una propuesta…

Dos familias poderosas que tienen ideales muy distintos…

Un amor que nace de la camaradería y ayuda mutua…

Una venganza mal direccionada...

Un niño que llega inesperadamente a sus vidas....

Y un par de personajes muy especiales...

Son algunas de las cosas que tendremos en esta historia auto conclusiva.

Seducción, traiciones, secretos, intrigas, mentiras y sospechas, entre giros y más giros, es lo que puedes esperar de una original, divertida y un poquito, solo un poquito de comedia negra en esta historia de amor en la que nada es lo que parece.

Nota al margen… Las terapias son de exclusiva responsabilidad de quién lea.

Nueva York, Hace cinco años atrás…

—¡Capitán!—su amigo, el teniente Shaw entra a su oficina y sin golpear, Benedict levanta la mirada, frustrado pues es su segundo castigo en el mes por no haber seguido las instrucciones de su comandante y como niño regañado, se encontraba trabajando tras un escritorio—, han llamado al escuadrón Anti bombas desde las oficinas de Henderson & co.

—¿Qué?— el joven capitán, el primero de su clase y el mejor desactivador de toda la costa este se levantó como si de su trasero le hubieran puesto un cohete— Dame la situación, Shaw.

—Hace dos horas el lugar fue invadido por una turba de protestantes en contra de la carrera armamentista y la participación de esta empresa en la licitación de misiles teledirigidos, la situación fue superada por los mismos efectivos de la empresa hasta que— el teniente Shaw se queda callado y eso enfurece a Ben.

—¿Hasta qué, Travis?

—Hasta que su hermano se comunicó con su padre, están pidiendo cinco millones de dólares, sino los consiguen dentro de una hora, harán detonar la bomba que se encuentra en la oficina de su hermano, Capitán.

—¿Qué?

—Eso es lo último que recibimos por la radio.

—Vamos, no hay tiempo que perder.

—Pero, señor, su castigo.

—¡Me vale m****a! Vámonos.

En menos de un minuto, Ben y su teniente enfilan sus pasos hasta Henderson & co. La empresa de su familia y en la que su hermano es Ceo. No le importa que lo vuelvan a castigar, es la vida de su hermano la que está prendiendo de un hilo.

Al llegar al lugar, todo es un caos, ve gente esposada por los equipos SWAT y a los ya metiches de los periodistas que esperan la noticia para su primera plana.

Capitán Henderson, es cierto que su hermano se encuentra adentro.

—Capitán, usted se encuentra amonestado, está haciendo esto por que es su hermano el afectado o le interesa dejar bien a la empresa de su familia.

—Capitán, capitán , respóndanos.

Ben es escoltado por su equipo y se adentra en esas oficinas que juró jamás volver a pisar. Sabe que están contra tiempo y aún no hay noticias de su padre.

—¿Qué mierdas haces aquí?— le reclama el comandante Rodríguez, su jefe directo y quién está haciendo la exploración para desactivar la bomba.

—Señor. Yo…— se queda estático al ver a su hermano con ese chaleco que debe estar rebosando de C4 y la mirada de su jefe y la de su hermano le confirman lo peor.

—¡Henderson, sal de aquí!

Pero Ben no escucha a nadie y se mantiene al lado de su hermano, esperando por un milagro, él sabe que conseguir esa suma de dinero no es tan fácil como se piensa, pero sus padres son muy importantes en las altas esferas de las empresas armamentista.

—¡Benedict, sal de aquí!—Grita su hermano Daniel y el muchacho vuelve a negar.

—Hermano, ya vienen mis compañeros del escuadrón antibombas, te prometo que saldremos los dos de aquí.

—Sabes que eso no pasará, solo dile a Jacky y a nuestros padres que los amo.

El sonido del contador de tiempo lo ensordece, los gritos de sus compañeros y de la gente alrededor no los escucha, solo lo ve a él, cuando alguien lo toma por la espalda y luego ese pitido que no se quita de sus oídos. Una luz y luego oscuridad.

—¡Daniel!—Su grito ahogado por el pitido que ahora siente en sus tímpanos destrozados y la polvareda alrededor de él y de sus compañeros es lo único que cubre la imagen dantesca que se cierne a su alrededor.

Como puede, intenta acercarse al lugar, pero el teniente Shaw lo vuelve a sujetar—Déjame ir— grita, sin escuchar su propia voz. Se produce una segunda explosión y su cuerpo sale disparado junto al de su compañero, el dolor en el pecho es lacerante, como si algo se hubiera incrustado en el, pero vuelve a hacer el intento de levantarse, siente un mareo enorme y luego nada…

Dos días después, en una cama de hospital el joven oficial Henderson despierta sobresaltado.

¡Daniel!— grita y ahora si escucha su voz, la mano de alguien conocido le sostiene, era su padre.

—¡Dios! Por fin despiertas.

—Pa… Papá, mi hermano...

—Tu hermano está muerto, Benedict, pero eso ya lo debes saber estuviste ahí— el hombre le dice sin siquiera sentir un ápice de pena por sus hijos, pero qué esperaba Benedict, así era ese hombre al que llamaban padre.

En eso se escuchó la puerta abrirse y un doctor junto a una enfermera aparecieron.

—¿Hace cuánto despertó?— pregunta molesto.

—¿Y eso importa?

—Por supuesto señor, habría sido mejor dejarlo solo que con una persona tan empática como usted—espeta con sarcasmo.

—Dígame su nombre completo, medicucho de m****a.

—Oh, claro, por supuesto. Bruno Cicarelli, jefe subrogante de este humilde hospital y quién salvó la vida de su hijo.

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