Abrí los ojos y me vi nuevamente caminando por ese túnel oscuro, la luz brillante al final del camino me atraía como un imán, caminé hasta allí y la imagen que vi fue la misma que la vez anterior, era yo caminando por la playa de la mano de mi amado, con el vientre grande y redondo, preñada y muy cerca de parir, pero claramente, era en otra vida, en otra época puesto que la ropa que llevaba puesta no se parecía a nada que hubiera visto antesLas lágrimas escurrieron por mis mejillas, no tenía miedo de morir, ni siquiera temía al no saber de qué forma iba a hacerlo, lo que, si me aterraba, era no volver a verlo y no poder consolarlo cuando me fuera de su lado.Me preguntaba si Maximiliano sabía lo que nos deparaba el destino, yo no me atreví a preguntarle, él estaba tan ocupado buscando la manera de acorralar a las brujas que no quise agobiarlo con mis trágicos pensamientos.Amaneció y el alboroto en el palacio era la locura, peor que el día de mi cumpleaños, mi madre gritaba, las sirv
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