El día de la cita llegó, y con ello, la ansiedad que le provocaba a Marta, el hecho de ver a Marcos. Sin embargo, la presencia de Laura, le generaba tranquilidad, ya que no estaría sola, con él. La rubia despertó muy animada esa mañana. Se disponía levantarse para alistarse e ir a la oficina, cuando repentinamente sintió un ligero malestar en el vientre, lo cual la obligó a quedarse sentada en la cama. Era mejor no arriesgarse. Había estado trabajando todos esos días, olvidando las recomendaciones del médico. Y aunque estaba próxima a cumplir dos meses de embarazo aún debía cuidarse. En cambio, Marcos salió desde muy temprano –como era de costumbre– a su trabajo. Aunque era el dueño de la empresa, siempre le gustaba ser el primero en llegar, así como también ser el último en irse a casa. La única que despertó tarde, esa mañana, fue Laura. Durante la noche, había estado sintiendo escalofríos y también dolores en el cuerpo. Por lo que no llegó a sentir ni escuchar, cuando su esposo s
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