"Te necesito mas de lo que me gusta admitir, tu voz ahora me parece un recuerdo, la agonía que siento y la duda de conocer la verdad, hace que quiera ahocarte, te quiero, te quiero para atarte en mi cama cada noche, recordarte que por más que huyas, tu cuerpo me recordará, te quiero, te quiero para hacerte a mi forma, para que tú te amoldes a mi, para que me necesites cada que no me veas, me llena la necesidad de hacerlo, espero pronto tenerte, Helena". -Alessio B. Alessio llevaba dos semanas viviendo en los departamentos de Crystal Waters, vigilando las entradas y salidas, lo mas que podía; En este tiempo, había notado que Verónica y Sonia visitaban a alguien. — ¿No te interesa recuperar el poder? —preguntó su hermana por teléfono. — El poder es mío, mi padre puede fingir que no —respondió con sequedad— ¿Tienes algo importante que decir? — ¿Qué estás haciendo, hermanito? No te estoy entendiendo nada. — No te interesa, Tattia. — Espe

A un mes de la llegada del heredero escondido de la familia Bennet, la vida dd Verónica había cambiado casi totalmente. Había regresado a trabajar en el hospital King después de comprobar su inocencia, después del trabajo solía visitar a Alexander en su oficina para después ir con Helena. El abogado Camp no había podido conseguir nada mas de los estafadores del padre de Helena, así que ella había detenido los pagos. Pensó que con eso, aquel hombre volvería a molestarla, pero jamás llegó; En la vida de Verónica Dixon, parecía estar bien. Su vida se había acomodado después de tantos meses. Pero eso solo para ella, porque Helena lidiaba con una maternidad solitaria y Sonia con un hombre enamorado de su mejor amiga. — Aceptamos los mejores términos —anunció el director— Las donaciones salvan vidas. En nuestras manos, corre aquello. Porque no es solo el donador, también ustedes como dirigentes de operaciones, cirugías, todo. Excelente equipo. Los aplausos en la sala de reuniones

Sonia Halls había subido a su auto, a la mañana siguiente. Preparaba y revisaba que todo lo que ocuparía este día, estuviera en su auto, solo le faltaba su café para comenzar el día con el pie derecho. Justo cuando arrancaría, el auto negro de Levi King se detuvo, contándole el paso. — ¿Qué le pasa a este hombre? ¡Dios mio! Sonia apagó el auto y bajó, demasiado enojada con él. A veces le impresiona que tan lejos llegaba el director para hacerla enojar. — ¡Casi chocamos! —le grita Sonia para al menos hacerlo reflexionar. — ¿Has hablado con Verónica? —preguntó del golpe, con el ceño fruncido. — No, no me ha contestado desde ayer. ¿Por qué? — Habla con ella, ayer la policía la fue a buscar y se la llevaron. Sonia notó gran preocupación en Levi, preocupación que nunca antes había visto. Realmente el hombre seguía enamorado de su mejor amiga. — Pero ya no tiene nada que ver con la policía, su caso fue resuelto a su favor. ¿Por qué se la llevarían? — Pusieron u

Alessio se quedó el dia observando la entrada a Crystal Waters, con este era el tercer consecutivo que se mantenía 24 horas vigilando. Rendirse no estaba dentro de sus vocabulario, necesitaba saber donde estaba su esposa, sin importar nada más. Aunque ya había firmado los papeles del divorcio, le había hecho una promesa a Helena Sanders, su matrimonio era para toda la vida, y si alguien lo terminaba sería él, no ella. Su hermana le hacía llamadas cinco veces al día, intentando que hiciera las paces con su padre, pero Alessio cansado de ello, ya ignoraba dichas llamadas. Amex por otro lado, se encargaba de llevarle comida un día a la semana, para al menos cuidar su estado físico, además ella tenía demasiado tiempo libre. Su hija había nacido muy dormilona. — Verónica se la pasa mucho con Levi King y Antoni Mash —murmuró Alessio cuando la vió salir con Antoni. Verónica había decidido expandir su empresa hacia Francia, llevándose a Helena consigo y dejando a Sonia aquí, ha ha

«La llamada no puede ser atentida» Alexander se golpeó la cabeza con el volante del auto. Deseaba tirar el celular al suelo, por más que había intentado llamar a Verónica, esta la mandaba a buzón. — ¿Señor, lo podemos ayudar? El vigilante se había acercado a Alexander, al notarlo inquieto. Alexander lo miró con desdén; — Estoy buscando a Verónica Dixon o Verónica Cox —respondió Alexander— ¿Puede avisarle que deseo verla? — No es posible eso, señor. Alexander lo miró con enojo. ¿Cómo un simple un simple vigilante le estaba negando hablar con su esposa? ¿Quién se creía? — ¿Por qué? ¿Estoy vetado? —la ironía bailó entre ellos. — No, señor. La señorita Verónica junto a la señorita Helena salieron del país está mañana —informó el vigilante— Por eso no la encontrará. — ¿Cuándo vuelven? — Por el momento, no sé. Alexander no dió ni las gracias, volviendo de nuevo para subir a su auto. ¿La había perdido? ¿Realmente estaba equivocado? ¿Qué estaba pasando? ¿Por qué parecía n