—¡Cariño, buenos días!Noel abrió los ojos y vio a Marta, con un camisón negro de tirantes, sentada en el alféizar de la ventana tomando café.Debajo de la sábana, estaba completamente desnudo, y sabía perfectamente lo que había pasado. Tuvo lagunas, pero eso no significaba que no recordara nada.Cerró los ojos, sin mirar a Marta. A ella, la reacción de Noel no la sorprendió.—Cariño, salgamos a dar una vuelta, ¿sí? Mira cómo se divierten Raina y los demás.Giró el celular que tenía en la mano y le mostró a Noel el video que acababa de ver.Ella no podía atraer a ese hombre, pero siempre habría alguien que sí. Y, de hecho, esa jugada fue muy efectiva, porque Noel abrió los ojos y miró el video.Era la grabación del baile de Raina, del abrazo del príncipe azul de Iván, y también de los dos dentro del auto como un par de niños. El video estaba grabado en buena calidad y editado de forma romántica, tanto que cualquiera pensaría que era una escena de película.Noel sintió como si le aplast
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