Merodeadora IIEl sonido del agua al caer cesó de golpe, y con él, la sensación de seguridad que el vapor le había ofrecido. Ana levantó la vista al espejo empañado, creyendo ver algo moverse detrás.-Ahora ni viniendo de madrugada puedo bañarme tranquilo. -La voz masculina rompió el silencio, profunda, molesta.Ana giró en seco, el corazón saltándole al pecho al descubrir que no estaba sola. Allí, entre la neblina cálida, Ashven se alzaba con el cabello mojado, las gotas resbalando por sus hombros y la expresión contrariada.-¡Yo…! -Balbuceó, retrocediendo un paso.Él arqueó una ceja, sujetando una toalla que se colocó con calma alrededor del cuello y secaba el exceso de agua de su cabeza.-Tranquila, no pienses demasiado.-La expresión de Ashven era de desagrado, como si estuviera viendo a alguien muy estupido. -Aunque entrar sin mirar… Es un poco peligroso. -Comentó con tono seco, desviando la vista hacia su bolso.Ana sintió que el calor subía a su rostro; no sabía si por el vapor,
Leer más