CAPÍTULO 35 JULIÁNEl día de la carrera llegó.Desde temprano, el ambiente en el circuito era intenso. El ruido de los motores probando en la pista, el olor a gasolina y caucho quemado, el ir y venir de mecánicos, ingenieros y pilotos creaban una energía imposible de describir. Era como si todo el mundo se hubiera detenido para concentrarse en ese lugar.Sabía que ese era mi debut, y aunque me repetía que debía mantener la calma, los nervios se colaban por cada rincón de mi cuerpo.Antes de entrar en los boxes, vi a Monserrat. Ella se había acercado a verme, aunque de inmediato entendí que quería ser cuidadosa. Llevaba un vestido sencillo pero elegante, el cabello recogido con naturalidad, y caminaba con la seguridad de alguien que conocía cada rincón de ese mundo. Me sonrió y se inclinó para darme un beso rápido en la mejilla.—Mucha suerte, Julián —me dijo en voz baja.Yo quería abrazarla, besarla de verdad, gritarle a todos que era mi novia. Pero ella no me dio espacio para eso. S
Leer más