HARPEREl mundo simplemente parecía haberse detenido.Ahí estábamos, sin poder movernos, sin dejar de mirarnos.Dante desvió sus ojos primero. Sin ningún gesto o muecaBajé la mirada hacia mi mesa. Ni siquiera me había percatado del leve temblor en mis manos.«¿¡Por qué está aquí!? ¿¡Es casualidad!? ¿¡O una mala jugada del destino!?» La voz de esas preguntas sonaba en mi cabeza cada vez más fuerte.Melisa dejó reposar sus manos sobre las mías y las frotó con gentileza. La miré.—Por favor... —mi voz salió tan baja que apenas y se escuchaba— Vámonos.Ella pareció entenderlo, pero claramente no estaba de acuerdo.—Primero cálmate... —empezó diciendo, mientras hacía un gesto p que debía controlar mi respiración— No, nos iremos.—Por favor...Apretó mis manos.—Él acaba de llegar. Si te vas, ¿qué crees que pensará? —inquirió. Su mirada era decisiva.Sí, sabía cómo se vería, pero no me sentía lista para enfrentarlo una segunda vez, no tan rápido.—Escucha, Harper. No le debes nada, ni a él,
Ler mais