A Mael le quedaba más por contarme, e incluso consultarme, por ridícula que me pareciera la idea de darle mi opinión sobre el futuro del clan, pero en ese momento no pudimos seguir hablando.Los niños pronto regresaron, contentos y cansados por igual tras pasar todo el día jugando con sus amiguitos. Y sus pelambres hechas un desastre. Así que bajamos todos a los baños, Briana incluida, porque yo no podría con todos y estaba segura que aprendería con facilidad a bañarlos. Y para darle por el hígado a Jara, la jefa de baños.Las mujeres ya terminaban su jornada, y ordenaban todo para el día siguiente mientras Cala enjuagaba las piscinas, cuando entré a los baños con Briana. Se inmovilizaron al vernos, vacilantes, preguntándose cómo recibirme.Avancé hasta la cruz central y me detuve, enfrentándolas con las cejas un poco alzadas, como
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