Celine se vestía frente al espejo. Cada vez que se encontraba sola, sentía que el silencio se volvía una tortura. La culpa le caía encima como una ola oscura. No dormía bien. No comía bien. Y aunque en la superficie finga normalidad… por dentro, se quebraba.Amaba a su hijo. Y Demetrio había sido el primero en ayudarla cuando lo necesitaba. ¿Pero eso justificaba lo que había hecho? ¿Acostarse con Austin, no una sino dos veces…?Cada vez que miraba a Austin con Cassius, el nudo en su garganta apretaba. Porque Casio lo adoraba. Porque Austin era cálido, paciente, genuino… y la trataba como nadie más. Como si todavía fuera ella misma, no solo una madre ni una esposa con culpa.Y Austin, por su parte, no perdió oportunidad de acercarse.Le abriría la puerta del auto. Le servía el café. La observaba cuando pensaba que ella no lo notaba. Con Cassius, jugaba como si fuera padre e hijo, y con ella era un caballero. La pasaba a buscar a la casa, llevaba al niño a la escuela, la llevaba de vuel
Leer más