Nadia abrió los ojos con sorpresa. ¿Rowan la había estado buscando? Pensaba que él la había olvidado, pero Jared acababa de confirmar lo contrario. Eso debería haberle dado algo de consuelo, una chispa de esperanza, y sin embargo, no había tiempo para sentir nada. El miedo lo cubría todo.—Tío… tiene que ser una confusión… —dijo, desesperada—. Yo no he estado con él… por favor, créeme… Yo solo lo ayudé, no sé quién es, yo…No alcanzó a terminar la frase.Jared dio dos pasos hacia ella y, sin previo aviso, su mano se alzó con una violencia descomunal y le cruzó el rostro. El golpe fue tan brutal que Nadia cayó hacia atrás, estrellándose contra el borde de la cama. Un alarido de dolor y sorpresa escapó de su garganta mientras se llevaba la mano a la mejilla, donde ya comenzaba a hincharse por el impacto. La piel ardía, como si hubiera sido marcada al fuego.Pero no le dio tiempo para reaccionar. Jared la tomó bruscamente del brazo, con una fuerza animal, y la obligó a levantarse de un t
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