ÁmbarAnastasia, desde que sabe lo del bebé, se ha vuelto bastante protectora conmigo y, a pesar de que David ya consideró que estoy lo suficientemente bien como para que él pueda ir a ratos a la oficina, está muy tensa al verme cocinar.Jamás he sido buena en la cocina, de hecho, soy un total y completo desastre. Sin embargo, hoy me desperté con muchas ganas de preparar algo para David, así como él lo ha hecho para mí. No solo quiero limitarme a hacer cosas de limpieza, sino que quiero demostrar que puedo ser una buena esposa. Aún no sé lo que pasará, pero me entusiasma la idea de que pase algo entre nosotros y que nuestro bebé crezca en un hogar.—No se vaya a quemar —me dice Ana, encogiéndose de miedo.—Tranquila, tampoco soy tan… ¡Ay, maldición! —grito cuando me salta el aceite encima al colocar el pescado sobre el sartén.Voy a lavarme rápidamente el brazo y siento un alivio instantáneo. Por un momento me alegro de que solo fueran unas cuantas gotas y esto no estuviera siendo un
Ler mais