Y efectivamente, Logan y Mónic estaban a punto de disfrutar de la vida nocturna... en la habitación principal de la casa.Al cerrar la puerta, él la aprisionó contra esta, besándola con desesperación, mientras esperaba a que Wyatt terminara de largarse.Escuchó el coche alejarse, y entonces la tomó por la cintura, pegándola a su cuerpo.La levantó apenas del suelo y la llevó hasta el sillón de la sala. La recostó con suavidad sobre el mueble, quedando él sobre ella, sin llegar a aplastarla con su peso.—Esta noche… nada podrá… salvarte, leoncita… —le susurró entre beso y beso.—Eso espero —logró responder ella, como pudo.Logan tomó ambos teléfonos y los apagó, ante la mirada divertida de Mónic.—¿Y si hay algo importan…?Él no la dejó terminar la pregunta.Nada, absolutamente nada, sería más importante que tener a la mujer que amaba enredada en sus brazos.Ella comenzó a desabotonarle la camisa. Uno a uno, lentamente.Los besos se volvieron más lentos, pero no menos apasionados. Ahor
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