ASHTON GARDNERLlegó la mañana y el cuerpo de Liss estaba pegado al mío, mi mano estaba en su vientre pegándola a mí, el miedo de que fuera un sueño era intenso, desperté varias veces en la noche solo para besarla e inhalar su aroma, me hizo tanta falta, miré y Erick la tenía abrazada con sus pequeños bracitos incluso había dejado caer el osito que jamás soltaba, éramos dos hombre que amábamos a esta mujer.Besé su cuello, su hombro y la pegué más a mí, ella se retorció como un gatito, y con cuidado sacó el bracito de nuestro hijo para girarse hacia mí.— Hola guapo.— Hola mi vida, dormiste bien— Más que bien.Ella se acurrucó en mi cuello dejándome dulces beso que me hicieron sonreír, mis brazos la rodearon pegándola más a mi y me hundí en su cuello.— Extrañé tanto despertar así, con tu aroma, tu cuerpo, tu piel, te extrañé tanto pequeña.Sentí a Liss sonreír contra mi cuello y dejar besos en él.— Yo sentí que me moría cada vez que dormía en esa cama sola, me acostumbré a tenerte
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