MARCUS BLACK
La puerta de la mansión se cerró con un portazo que hizo vibrar los ventanales. El chofer apenas logró seguirme el paso mientras subía con furia las escaleras. Me ardía la mandíbula donde ese malnacido de Gardner me golpeó. Me hervía la sangre. Pero no era el golpe lo que me importaba.
Era ella. Liss, se fue con él, frente a todos sin importar las consecuencias, detestaba a Gardner y esa sonrisa de triunfo que me dio al llevársela
Me humilló, pero lo pagará caro, bastante caro, lo hundiré hasta lo más profundo, enlodaré toda su imagen de CEO exitoso.
Contuve las ganas de destrozar algo mientras caminaba directo a mi oficina. Necesitaba ver las grabaciones, necesitaba recordarle a Liss, a Ash, a todos... que aún tenía poder. Que no podían destruirme así de fácil. Menos humillarme, maldito hijo de puta, mi sangre hervía.
Me acerqué al cuadro del halcón.
Lo moví.
Y entonces lo vi.
El hueco.
El humo seco.
La caja fuerte… calcinada.
—¡¿QUÉ MIERDA ES ESTO?! —rugí, con la gargan