—¿Por qué estás tan jodidamente tranquilo sobre esto? —Javier se volvió hacia Jorge, con su ira aumentando de nuevo.—Ambos son adultos, si es lo que quieren... creo que hay cosas más complicadas en el mundo. —respondió Jorge, encogiéndose de hombros. No era el momento de preguntar, pero algo aún molestaba a Jorge, algo que debía tener que ver con su nueva apariencia.Necesitaba decirles, necesitaban saber que no era solo una tontería de mi parte, que ella era la indicada para mí.—Ella es mía, es mi compañera. —declaré frente a ellos, mi voz sonó fuerte y firme, estaba seguro de mis palabras. Necesitaban saber que no había duda sobre mi lealtad, sobre mis sentimientos o mi integridad hacia ella.Para mí, esto era todo, ella era todo, era la única. Solo estaba molesto conmigo mismo por no haberlo visto antes, por no escuchar esa atracción gravitacional que me impulsaba a estar con ella.—¡Lo sabía! —Héctor se acercó a mí, dándome una palmada en la espalda, fue casi como si hubiera esta

Punto de vista de JosefinaSu brazo rozó el mío, su aliento ya estaba en mi cuello, por lo que las cosquillas estallaron en mi piel mientras lo veía alcanzar el frasco y colocarlo delante de mí.Ni siquiera me di la vuelta, sabía quién era, porque solo su aroma podía causar tal reacción en mi cuerpo. Una reacción que de repente, parecía más intensa, aún más difícil de combatir.—Sabía que los médicos eran los peores pacientes —eché mi cabeza hacia atrás, exponiendo más de mi cuello a él. De repente, su voz tenía el potencial de darme ordenes, no digo que no lucharía contra ello, pero hacerlo sería una batalla cuesta arriba. Su voz tenía un nuevo tono, un nuevo peso detrás de él... algo que no podía entender del todo, algo que no quería entender realmente. Simplemente no quería que esa sensación de éxtasis absoluto terminara jamás. Iba a disfrutar de ese nuevo Lucas mientras lo tuviera y me preocuparía por el corazón roto más tarde.—Técnicamente no soy médico —seguí inclinándome hacia

—Bien, entonces necesitarás trabajar en hacer que ese velo sea más firme, como una puerta impenetrable para que solo tú puedas permitir el acceso. —continuó Jorge.—Está bien, puedo trabajar en eso.—Recuerda que están conectadas, pero el lado humano es el que comanda. Tú comandas a la loba, no al revés. De lo contrario, tu loba ganará demasiado poder y peleará cada vez. —sus palabras me hicieron detenerme un momento, ¿ los lobos podían hacer eso?—Bueno. —mi cabeza daba vueltas por las palabras de Jorge. Tenía que controlar la loba... ¿cómo diablos haría eso?—No te preocupes, Josi. Esto te saldrá natural, no tienes nada que temer. —las palabras de aliento de Jorge levantaron mi ánimo.—Gracias. —asentí, agradecida por sus palabras tranquilizadoras.—Sentirás a tu loba empujar esa barrera cada vez que quiera comunicarse contigo. Y eso está bien, puedes comunicarte con el velo cerrado siempre que ella esté detrás de él. Si está demasiado lejos de él, entonces no podrás sentirla tanto.

—Espera hasta tu primera carrera de la manada. —comentó Jorge.—¿Te quedarás para eso? ¿Estás de vuelta ahora?—No he pensado tan a futuro. —respondió demasiado rápido, lo que para mí significaba que sí lo había hecho, solo que no quería decirlo. No quería empañar ese momento con Javier y yo.—No dejes que la tía Elena o Esteban te oigan decir eso, creo que su retiro podría comenzar con una ceremonia de apareamiento. —bromeé a través del enlace mental.—¿Perdón?—Oh, Diosa mía, no te has enterado.—¿Enterado de qué? —su lobo se volvió hacia la mía, prestando atención plena.—Vi a la tía Elena y a Esteban besándose en el salón durante la fiesta anual de las manadas aliadas.—¿Qué?—Sí, aparentemente llevan años haciéndolo.—No puede ser...—Sí, así que será mejor que ese pequeño titubeo tuyo termine pronto, porque la Manada Aguasclaras estará lista para que tomes el mando pronto. El entrenamiento ha terminado oficialmente. —declaró Javier con claridad, dejando claras sus expectativas.L

—¿Josi? —grité mientras empujaba mis piernas hacia adelante, antes de transformarme en el aire y colocarme frente a ella. Bloqueándola del peligroso lobo Alfa que mostraba sus colmillos en su dirección.¿Qué diablos pensaba que estaba haciendo? Ella acababa de transformarse por primera vez.Era increíble, ya era hermosa, pero ver su loba... si la situación no estuviera al borde del apocalipsis, dejaría que mi lobo la reclamara como suya.Me transformaría de nuevo y usaría esa cursi palabra: “Mía”, que había oído que otros lobos macho repetían constantemente.Nunca pensé que sería una palabra que yo pronunciaría. Pero ahora que sabía que esa conexión entre nosotros se debía a que era mi compañera, ese impulso de mantenerla respirando el mayor tiempo posible, de mantenerla a salvo, me consumía. Sabía que podía pasar mucho tiempo antes de que tuviera que reclamarla y marcarla como mía.Mi mentalidad era proteger, pero incluso desde el segundo en que la vi, pude ver qué diosa era. Por qué