LaurelDe repente, sin esperarlo ni haberlo premeditado, las espadas chocaban una con otra, mientras que algunos de los que luchaban se convirtieron en su forma bestial y empezaron a violentarse entre ellos.Puños contra puños, patadas, mordidas feroces y derramamiento de sangre eran el escenario en este árido y polvoriento lugar.La muerte no solo se reflejaba en la sequedad del suelo y las plantas raquíticas, sino también en los cuerpos sin vida que yacían sobre la tierra polvorosa. La sangre aliviaba la aridez de esta, pero al mismo tiempo le daba una vida que había sido robada con violencia.Miré a mi alrededor, en completo estupor, y descubrí que había muchos guerreros aquí.Al parecer, el resto de mis hombres nos había alcanzado, así que éramos más que los intrusos. Todo sucedió tan rápido que no tuve tiempo de asimilar el caos, tampoco de impedirlo.Si era sincera, mi intención nunca fue pelear contra estos cazadores; sin embargo, tuve que defenderme, pues no tenía otra salida.
Leer más