237. EL DESPERTAR DE AIRIS
César asintió, comprendiendo la urgencia en la voz de Fenicio. La sensación de peligro inminente era palpable entre ellos, y no era momento de dudar ni de demorar acciones que pudieran fortalecer su seguridad. Con Airis funcionando, podía respirar tranquilo. —Está bien, iré ahora mismo —dijo César con decisión—. No tomará mucho tiempo ponerla en línea. Ya se descargaron todos sus archivos en los nuevos servidores, estará activa en cinco minutos, solo debo encenderla. —¿Qué esperas? Debiste hacerlo hace rato, no me confío de este lugar César —repitió Fenicio nervioso poniendo en alerta a todos sus hombres. —¿Crees que en verdad estamos en peligro? —preguntó César, aunque sabía que su jefe de seguridad nunca se engañaba, temía que fuera porque estaban en casa de su padre que les era extraña a ambos. —No lo sé, pero me conoces. Mejor que pasemos una noche en vela, de que nos entierren mañana, dale no pierdas más tiempo. ¡Necesitamos a Airis ya! —Dijo Fenicio con una firmeza que acabó
Leer más